¡Al fin Guinness!

Aunque podría devanarme los sesos en la búsqueda de la historia de esta gran Clásica de los cerveceros para ofrecérosla, nada más lejos de lo que voy a hacer, tanto para ahorraros lectura innecesaria que el propio marketing de la empresa se encarga bien de divulgar, como para no salirme de la intención del blog de ser escueto y ameno.
Obviamente, es la Gran Irlandesa, cerveza negra con:
- Top cremoso sabor tostado y café
- Sorbos entre café y regaliz
Disfrutada esta noche de verano junto a un plato de cordero asado a las hierbas. ¡Delicioso!
Y qué más deciros... qué mejor que servida de un barril (aunque a veces esté apreciablemente más aguada que otras, y sea ocasional encontrarla en su punto). Sin embargo está bien conseguido que la espuma siga siendo cremosa aun servida de lata. ¡Gracias al "widget"!, que mencioné en el post anterior.

Poder disfrutar de eso en casa es, para mí, un gran lujo. Se puede apreciar en la foto la capa de dos centímetros o más de cremosa espuma.
Y... ¿dónde si no en una jarra propia podría lucirse? Es un bonito recuerdo traido de Irlanda (por cortesía de Esperanza), sencillo y con un elegante acabado plateado con el escudo de la marca.
Espero con ganas tomarla algún día en pub de tierras irlandesas, mientras suena el acordeón y la voz de 3 ó 4 fieles a ella y ebrios cantantes.

Cómo no podía incluir la Guinness Extra Stout, variedad con una graduación bastante alta (7'5 alc. vol.), especial para la importación (se la nota risueña...).

CHEERS!