Sin importar nuestra posición, nombre o condición, todos somos iguales ante ella: un paladar dispuesto, una garganta seca y una sed que la fresca, sabrosa y chispeante cerveza nos ayuda a calmar desde el primer sorbo.
Un instante en el que Barack Obama disfruta de un sorbo, seguramente en algún encuentro deportivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario